Autor: Pascual Ortuño Muñoz
Primera edición: 2018
Editorial: Ariel
¿Qué me aportó?:
-Una visión completa y fácil de entender sobre las MASC o ADR (Métodos alternativos de resolución de conflictos o Alternative dispute resolution). Entrando a explicar con cada caso de una manera muy pedagógica, la forma en la que se desarrollan, desde la perspectiva del profesional, con los costes y beneficios para las partes.
Pone a disposición del lector (la verdad me vi como una alumna escuchando la voz de Pascual en mi cabeza, ya que le he visto en varias conferencias) no sólo la aclaración de conceptos, sino también recursos para nuestra profesión de gestores de conflictos: (Pág. 30) test ¿qué perfil negociador tengo?, desarrollo de la negociación (pág. 67), y de las mediaciones, familiar (Págs. 136), penal (Pág.155), escolar (Pág. 174), laboral (Pág. 181), con la administración (Pág. 187), consumo (Pág. 199), concursal (Pág. 254) y cómo se desarrollan y su realidad jurídica.
Habla sobre la conciliación sanitaria y su diferencia con la mediación (Pág. 205), sobre el arbitraje (Pág.217), nos explica un nuevo sistema híbrido, de ARB-MED y lo desarrolla en el capítulo 20 y que no tiene desperdicio en cuanto al aprendizaje: “las desconfianzas con el arbitraje se desvanecen cuando se combina con los típicos principios de la mediación: por una parte la voluntariedad, lo que quiere decir entre otras cosas que cualquiera de las partes puede aceptar su resultado (el laudo) o rechazarlo; y por otra la confidencialidad, en cuanto que si el laudo no convence a alguna de las partes no se tendrá por dictado y será inexistente y se podrá regresar a la vía contenciosa sin que quede ninguna huella del mismo….” dejando un hueco para hablar de la abogacía colaborativa (Pág.271) y de sus <<encuentros>>, con sus ventajas y riesgos. Y de la “Justicia terapéutica” (Therapeutic jurisprudence) que citando a David Wexler, Pascual dice “la justicia está integrada por dos elementos: la botella rígida, sólida que es la ley y el vino que contiene, el líquido, que es su aplicación por los jueces” (Pág.289)
Habla de la comunicación y cómo se debe hacer. (Pág. 51: “el hablar no conlleva la seguridad de ser escuchado, ni tampoco la de escuchar lo que nos responde la otra persona). De la conferencia reservada (Pág.246) cuando y porqué “cuando al solución legal (o procesalmente posible no puede alcanzar a ensamblar todos los intereses en juego o todas las dimensiones del conflicto, o de sus consecuencias, sin graves perjuicios para ambas partes”
Y además te implanta sin que te des cuenta un chip en gestión de conflictos/controversias con esa sensación agradable como cuando tomas un «caldito» si estás con catarro y los/as abogados/as… Nos da un nuevo papel (Pág. 262)
Lo que más me gustó:
– Uno, la exposición de la situación de la mediación no sólo desde un ámbito de beneficios, ventajas, costes y valores (pág. 177) para las partes, sino también desde un punto de vista práctico-real (Pág.97 y ss.) hablando de la desconfianza de algunos autores y porqué, de porqué su lento desarrollo en la intrajudicial (añadiendo posibles soluciones) y del papel de los/as abogados/as en el proceso.
-Dos, poder contar con una familia que cuenta su experiencia en mediación (pág. 104)
-Tres, la introducción del primer caso resuelto con una coordinación de parentalidad. (Página 143) y la reflexión de la Pág. 148 “la paradoja de seguir unidos, y sin abogados, después de la sentencia”.
-Cuatro, mi caso favorito, “La Herencia del obispo” Esas cosas que imposibles, que se hacen posibles sólo por la mirada en perspectiva correcta, es una debilidad personal pensar que algún día podré ayudar así con esa mirada correcta.
-Quinto el epílogo, me ha dejado esa misma sensación que la que sientes cuando sales de la clase de tu profesor/a favorito/a en la que decides que por esa clase va a serlo toda tu vida.
Lo que menos me gustó:
Que tengo la sensación de que aún me he dejado muchas cosas por aprender así que seguramente lo acabaré leyendo una tercera vez…
Libros parecidos:
-HIJOS INGRATOS, del mismo autor, y después de leerlo puedo decir que un paso más y dirigido a la familia.
En conclusión:
Si quieres aprender sobre ADR, si quieres saber cómo mejorar tu vida y la de los demás, hay que leerlo.
“CON INTENTARLO NADA SE PIERDE” ( Pág. 232)
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