Se trata de una nueva forma de entender la práctica de la abogacía que se ajusta a las necesidades del cliente, ya no sólo dando respuestas desde la perspectiva jurídica, sino atendiendo a todos los aspectos que subyacen en el conflicto. 

Es la forma idónea de resolución de conflictos para aquellas personas que buscan un plus en su abogado, que desean resolver sus problemas de manera consensuada, responsable y tratando de conservar las relaciones, pero sin renunciar a la defensa de sus intereses por parte de su abogado de confianza.

La práctica colaborativa es un proceso voluntario, debiendo de estar todas las partes de acuerdo en solucionar sus disputas con la intervención de sus respectivos abogados, que deberán de estar debidamente formados en Derecho Colaborativo, y que se comprometerán por escrito a no acudir a los tribunales. 

En el hipotético caso de que la obtención del acuerdo devenga imposible, y finalmente se precise litigar para resolver las controversias, los abogados colaborativos no podrán continuar en el proceso, debiendo las partes acudir al Juzgado con otros profesionales. El compromiso de los abogados colaborativos de resolver los problemas de sus clientes a través del acuerdo es absoluto, la confidencialidad está garantizada,  y, en función de los asuntos a negociar, se podrán valer de otros profesionales (asesores financieros, psicólogos, mediadores, etc.), preferentemente formados en prácticas colaborativas: la práctica colaborativa abarca todos los intereses de las partes, dando una solución integral a los conflictos.

Es una forma de ejercer la abogacía novedosa y más satisfactoria para el cliente: en el sistema tradicional de Justicia la persona pierde el protagonismo y no tiene el control sobre el proceso, sólo importan las leyes, las pruebas y el juicio, y en la mayoría de las ocasiones la Sentencia no da respuesta a las verdaderas necesidades de las partes; en el Derecho Colaborativo los protagonistas son las personas que acuden a sus abogados colaborativos, y que buscan una solución integral y a largo plazo a través de un proceso flexible adaptado a sus circunstancias.