Autor: Ignacio Bolaños Cartujo
Año de publicación: 2008
Editado por: Editorial Reus, S.A. Colección Mediación y Resolución de Conflictos
¿Qué me aportó?:
Aportación 1: Transformación del SAP (Síndrome de alienación parental) en SAF (Síndrome de alienación familiar) Definición: (pág. 76: es una dinámica familiar cuyo síntoma esencial es una actitud de rechazo de los hijos hacia uno de los progenitores)
Comenzar un libro y encontrarte que el prólogo es de Aleix Ripol-Millet, ya es un plus. Hace un gran resumen del libro en apenas 3 páginas, a lo que poco imagino, podré yo aportar. Y las que parafrasearé como comienzo:
Aportación 2: Valoración del papel de la mediación familiar en los contextos judiciales (camina hacia una mediación que transforma y que no se rige en su éxito por los acuerdos, sino por las repercusiones que produce en la pareja e hijos/as)
Aportación 3: La mediación como acompañamiento de las partes en un proceso privado, en el que el/la mediador/a tiene el privilegio de participar (Bolaños, 2008, págs. 8-9)
En la primera página escrita por el autor…
“Observaba cómo, paradójicamente, el contacto de estas familias con el juzgado suponía un efecto inmediato de enajenación (según la R.A.E.. pasar o transmitir a alguien el dominio de algo o algún otro derecho sobre ello) y de alienación (proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debía esperarse de su condición). En ese contexto, ofrecerles la posibilidad de iniciar un proceso de mediación parecía algo coherente con el sentido común. Suponía darles la oportunidad de recuperar su capacidad de actuar con responsabilidad, a pesar del conflicto, a pesar de la ruptura y a pesar de los procedimientos judiciales en que estaban inmersos”
…sintetiza su propósito, basado en su experiencia (trabajó durante más de quince años en contextos judiciales con familias)
El texto dividido en tres partes, RUPTURAS CONFLICTIVAS, MEDIACIÓN TRANSICIONAL Y TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN, más los ANEXOS, (un regalo para los/as mediadores/as) hace que su relectura (confesaré que leerlo dos veces me ha sabido a poco) sea de un gran aprendizaje y se convierta en uno de esos manuales de los que tiras cuando te encuentras con dudas sobre cómo desenredar ciertas situaciones en algunas mediaciones familiares.
“Si los padres no pueden decidir, los hijos están aún menos preparados para ello” (pág.24)
Aporta muchos conocimientos, entre los que destacaré especialmente, el proceso psico-jurídico de la separación y divorcio, como conjunto de las interacciones entre el procedimiento legal y el psico-social que requieren soluciones diferentes en ámbitos diferentes.
“Si la ruptura de pareja llega, y ésta no supone el final del conflicto sino, más bien, un nuevo escenario en el que perpetuar la disputa, no es difícil que los hijos, acostumbrados al juego de las alianzas, se vean en la necesidad de asegurar el cariño de, al menos, uno de sus padres” (pág. 53)
Párrafo literal extraído del Capítulo 3: “EL SÍNDROME DE ALIENANCIÓN PARENTAL” donde hace un resumen sumario y objetivo de las diferentes teorías y estudios relacionados con el conflicto de lealtades que pueden sufrir los hijos e hijas en situaciones de ruptura de pareja de sus progenitores: conflicto de lealtades, doble vínculo, triangulación, cisma marital, síndrome de Medea, Síndrome de Alienación Parental. Acto seguido, hace una exposición de diferentes abordajes psico-legales según varios autores, entre ellos, por supuesto Gadner.
El capítulo termina con un cuadro resumen con conclusiones (Pág. 74): Bajo el título: “EL SAP ES UN SÍNDROME SIN FIN EN UN ESCENARIO EQUIVOCADO”
Lo que en el momento mismo de leerlo me generó muchas preguntas y dudas hasta que continué leyendo su propuesta en el capítulo siguiente: “4. MÁS ALLÁ DEL SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL: EL SÍNDROME DE ALIENACIÓN FAMILIAR”
En el que desarrolla, como él expresa:
“Estas premisas nos han servido para definir un método de intervención que ofrezca la posibilidad de un territorio neutral en el que ambas partes puedan sentirse legitimadas” (pág. 76)
Define el Síndrome de Alienación Familiar como una dinámica, familiar cuyo síntoma esencial es una actitud de rechazo de los hijos hacia uno de los progenitores. Es una respuesta a la presión emocional que sufren los hijos, entiendo la alienación como una proximidad afectiva de los éstos hacia uno de los progenitores, que, si bien es natural en ciertos momentos, cuando esta acaba constituyéndose en un argumento esencial de la disputa legal, pasa a ser un síndrome jurídico-familiar en que abogados/as y la autoridad judicial adquieren responsabilidad en su continuidad.
Explora tras su definición sus elementos centrándose en diferentes variables y en su elemento más esencial: EL RECHAZO, que va preparando el terreno para contarnos en una segunda parte una posible solución, a través de: SEGUNDA PARTE MEDIACIÓN TRANSICIONAL y TERCERA PARTE: TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN.
Habla de la mediación ampliamente: definición, fases, tipos, presupuestos, principios… de eso mediadores/as sabéis, pero nunca está de más el repaso… Y me quedo con esto:
“Las normas legales pueden sustituir a las familiares y generarse una interminable dependencia del sistema judicial” (pág. 95)
En lo cual no puedo estar más de acuerdo, añadiendo cómo en estos casos el usuario del sistema legal con una idea muy reduccionista de la Justicia, lo utiliza como medio para ganar a su rival y si no lo consigue, culpa al funcionamiento de la Justicia de su propio fracaso, por eso concluye esta idea compatibilizando la mediación como proceso, con el proceso legal ambos juntos, buscando un consenso responsable antes del enfrentamiento.
Respecto a la tercera parte, la integración de situaciones concretas dentro de los casos o intervenciones es magistral, ya que asimilas de una manera mucho más práctica donde usar cada técnica y porqué.
Además, es imprescindible destacar en esta última parte el capítulo 11: “PROTOCOLO DE ACTUACIÓN EN CASOS DE ALIENACIÓN FAMILIAR: PROGRAMA DE DISOLUCIÓN DE DISPUTAS LEGALES (PDDL)”. Explicando paso a paso, fase a fase como una orientación en la que expresamente, dice que: “el mediador únicamente informa al juzgado de la interrupción. No da más información” (Pág. 191) lo cual me lleva a plantearme… ¿existe siempre alta conflictividad en estas situaciones y sería más recomendable un proceso de coordinación de parentalidad o no podemos generalizar y es mejor estudiar caso por caso?…. mi debate comenzaría por ¿qué será realmente mejor para el interés de la familia y específicamente para los NNA?….
Quizá el autor me pueda contestar….
Y también sus conclusiones que no tienen desperdicio (Pág. 205-206) y los ANEXOS, que son una muestra de casos con los que hemos ido aprendiendo las técnicas y los modelos de texto informativo dirigido a progenitores en proceso de ruptura.
Lo que más me gustó:
Quizá una de las cosas que más me han gustado es la sensación de que anda “desmontando mitos” como del típico axioma de «si no me pagas la pensión no te dejo ver a los niños y su contrario». (pág. 78)
Y respecto al rechazo: «No se trata de una negación de la figura parental correspondiente, sino más bien de una negación relacional. Posiblemente el niño rechaza a su padre o a su madre porque los quiere, no por el contrario» (pág. 83)
Con relación a la mediación:
-
- «Pero el éxito de la mediación no radica en acordar o en comprometerse sino en la decisión, clara y con conocimiento de causa de las partes sobre si quieren o no acordar o comprometerse» (pág. 94)
-
- «El contexto de la mediación reconoce algunas reglas familiares:
- Unos padres. No uno o el otro
- Compartir. No repartir los hijos
- Contribuir. No pagar los gastos
- Dos casas. No una» (pág.116)
- «El contexto de la mediación reconoce algunas reglas familiares:
-
- «En cuanto a sus presupuestos generales: Cuando una pareja se rompe, hay una función parental que debe permanecer unida: Sociedad parental (pág. 123)»
Lo que mejoraría:
Me falta un glosario al final y relación con los conceptos o cuadros con la página, no como en la pág. 129 (“Figura 5 del capítulo 5)
Además recomendaría leer los anexos de los casos antes de leer la tercera parte de las técnicas para estar familiarizado/a con ellos…pero eso es como todo opinable y sólo es una recomendación.
En conclusión:
Un libro de consulta, de aprendizaje y de prevención, imprescindible para trabajar la intervención, de gestión de conflictos en el ámbito familiar.
Si algo me queda claro después de leer/estudiar este libro es que, se ha trabajado y estudiado mucho cómo debemos ejercer la gestión de conflictos, y que para los/as que nos dedicamos a ello es una suerte y una responsabilidad, porque como dice el dicho: “nadie aprende en cabeza ajena”, refiriéndose a la dificultad de aprender de las experiencias o errores de otras personas, sí podemos prevenir las lecciones que tenemos que asimilar por nosotros mismos siguiendo las pautas explicadas en esta obra.
Cierro con esta frase del autor del libro:
“Pero, sobre todo, he aprendido de los niños. Ellos me han enseñado que la separación de sus padres no necesariamente constituye un hecho traumático. Me han enseñado que, a pesar de todo, pueden continuar queriendo a los dos, incluso cuando no les queda más remedio que rechazar a uno de ellos” (pág. 15)
Erratas:
Pág. 121 § 4º línea 2 “inmediato Aunque” (falta el punto)
Pág. 192 penúltimo §, línea 1 a cerca (acerca de)
Autor: Ignacio Bolaños Cartujo
Año de publicación: 2008
Editado por: Editorial Reus, S.A. Colección Mediación y Resolución de Conflictos
¿Qué me aportó?:
Aportación 1: Transformación del SAP (Síndrome de alienación parental) en SAF (Síndrome de alienación familiar) Definición: (pág. 76: es una dinámica familiar cuyo síntoma esencial es una actitud de rechazo de los hijos hacia uno de los progenitores)
Comenzar un libro y encontrarte que el prólogo es de Aleix Ripol-Millet, ya es un plus. Hace un gran resumen del libro en apenas 3 páginas, a lo que poco imagino, podré yo aportar. Y las que parafrasearé como comienzo:
Aportación 2: Valoración del papel de la mediación familiar en los contextos judiciales (camina hacia una mediación que transforma y que no se rige en su éxito por los acuerdos, sino por las repercusiones que produce en la pareja e hijos/as)
Aportación 3: La mediación como acompañamiento de las partes en un proceso privado, en el que el/la mediador/a tiene el privilegio de participar (Bolaños, 2008, págs. 8-9)
En la primera página escrita por el autor…
“Observaba cómo, paradójicamente, el contacto de estas familias con el juzgado suponía un efecto inmediato de enajenación (según la R.A.E.. pasar o transmitir a alguien el dominio de algo o algún otro derecho sobre ello) y de alienación (proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debía esperarse de su condición). En ese contexto, ofrecerles la posibilidad de iniciar un proceso de mediación parecía algo coherente con el sentido común. Suponía darles la oportunidad de recuperar su capacidad de actuar con responsabilidad, a pesar del conflicto, a pesar de la ruptura y a pesar de los procedimientos judiciales en que estaban inmersos”
…sintetiza su propósito, basado en su experiencia (trabajó durante más de quince años en contextos judiciales con familias)
El texto dividido en tres partes, RUPTURAS CONFLICTIVAS, MEDIACIÓN TRANSICIONAL Y TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN, más los ANEXOS, (un regalo para los/as mediadores/as) hace que su relectura (confesaré que leerlo dos veces me ha sabido a poco) sea de un gran aprendizaje y se convierta en uno de esos manuales de los que tiras cuando te encuentras con dudas sobre cómo desenredar ciertas situaciones en algunas mediaciones familiares.
“Si los padres no pueden decidir, los hijos están aún menos preparados para ello” (pág.24)
Aporta muchos conocimientos, entre los que destacaré especialmente, el proceso psico-jurídico de la separación y divorcio, como conjunto de las interacciones entre el procedimiento legal y el psico-social que requieren soluciones diferentes en ámbitos diferentes.
“Si la ruptura de pareja llega, y ésta no supone el final del conflicto sino, más bien, un nuevo escenario en el que perpetuar la disputa, no es difícil que los hijos, acostumbrados al juego de las alianzas, se vean en la necesidad de asegurar el cariño de, al menos, uno de sus padres” (pág. 53)
Párrafo literal extraído del Capítulo 3: “EL SÍNDROME DE ALIENANCIÓN PARENTAL” donde hace un resumen sumario y objetivo de las diferentes teorías y estudios relacionados con el conflicto de lealtades que pueden sufrir los hijos e hijas en situaciones de ruptura de pareja de sus progenitores: conflicto de lealtades, doble vínculo, triangulación, cisma marital, síndrome de Medea, Síndrome de Alienación Parental. Acto seguido, hace una exposición de diferentes abordajes psico-legales según varios autores, entre ellos, por supuesto Gadner.
El capítulo termina con un cuadro resumen con conclusiones (Pág. 74): Bajo el título: “EL SAP ES UN SÍNDROME SIN FIN EN UN ESCENARIO EQUIVOCADO”
Lo que en el momento mismo de leerlo me generó muchas preguntas y dudas hasta que continué leyendo su propuesta en el capítulo siguiente: “4. MÁS ALLÁ DEL SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL: EL SÍNDROME DE ALIENACIÓN FAMILIAR”
En el que desarrolla, como él expresa:
“Estas premisas nos han servido para definir un método de intervención que ofrezca la posibilidad de un territorio neutral en el que ambas partes puedan sentirse legitimadas” (pág. 76)
Define el Síndrome de Alienación Familiar como una dinámica, familiar cuyo síntoma esencial es una actitud de rechazo de los hijos hacia uno de los progenitores. Es una respuesta a la presión emocional que sufren los hijos, entiendo la alienación como una proximidad afectiva de los éstos hacia uno de los progenitores, que, si bien es natural en ciertos momentos, cuando esta acaba constituyéndose en un argumento esencial de la disputa legal, pasa a ser un síndrome jurídico-familiar en que abogados/as y la autoridad judicial adquieren responsabilidad en su continuidad.
Explora tras su definición sus elementos centrándose en diferentes variables y en su elemento más esencial: EL RECHAZO, que va preparando el terreno para contarnos en una segunda parte una posible solución, a través de: SEGUNDA PARTE MEDIACIÓN TRANSICIONAL y TERCERA PARTE: TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN.
Habla de la mediación ampliamente: definición, fases, tipos, presupuestos, principios… de eso mediadores/as sabéis, pero nunca está de más el repaso… Y me quedo con esto:
“Las normas legales pueden sustituir a las familiares y generarse una interminable dependencia del sistema judicial” (pág. 95)
En lo cual no puedo estar más de acuerdo, añadiendo cómo en estos casos el usuario del sistema legal con una idea muy reduccionista de la Justicia, lo utiliza como medio para ganar a su rival y si no lo consigue, culpa al funcionamiento de la Justicia de su propio fracaso, por eso concluye esta idea compatibilizando la mediación como proceso, con el proceso legal ambos juntos, buscando un consenso responsable antes del enfrentamiento.
Respecto a la tercera parte, la integración de situaciones concretas dentro de los casos o intervenciones es magistral, ya que asimilas de una manera mucho más práctica donde usar cada técnica y porqué.
Además, es imprescindible destacar en esta última parte el capítulo 11: “PROTOCOLO DE ACTUACIÓN EN CASOS DE ALIENACIÓN FAMILIAR: PROGRAMA DE DISOLUCIÓN DE DISPUTAS LEGALES (PDDL)”. Explicando paso a paso, fase a fase como una orientación en la que expresamente, dice que: “el mediador únicamente informa al juzgado de la interrupción. No da más información” (Pág. 191) lo cual me lleva a plantearme… ¿existe siempre alta conflictividad en estas situaciones y sería más recomendable un proceso de coordinación de parentalidad o no podemos generalizar y es mejor estudiar caso por caso?…. mi debate comenzaría por ¿qué será realmente mejor para el interés de la familia y específicamente para los NNA?….
Quizá el autor me pueda contestar….
Y también sus conclusiones que no tienen desperdicio (Pág. 205-206) y los ANEXOS, que son una muestra de casos con los que hemos ido aprendiendo las técnicas y los modelos de texto informativo dirigido a progenitores en proceso de ruptura.
Lo que más me gustó:
Quizá una de las cosas que más me han gustado es la sensación de que anda “desmontando mitos” como del típico axioma de «si no me pagas la pensión no te dejo ver a los niños y su contrario». (pág. 78)
Y respecto al rechazo: «No se trata de una negación de la figura parental correspondiente, sino más bien de una negación relacional. Posiblemente el niño rechaza a su padre o a su madre porque los quiere, no por el contrario» (pág. 83)
Con relación a la mediación:
-
- «Pero el éxito de la mediación no radica en acordar o en comprometerse sino en la decisión, clara y con conocimiento de causa de las partes sobre si quieren o no acordar o comprometerse» (pág. 94)
-
- «El contexto de la mediación reconoce algunas reglas familiares:
- Unos padres. No uno o el otro
- Compartir. No repartir los hijos
- Contribuir. No pagar los gastos
- Dos casas. No una» (pág.116)
- «El contexto de la mediación reconoce algunas reglas familiares:
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- En cuanto a sus presupuestos generales: Cuando una pareja se rompe, hay una función parental que debe permanecer unida: Sociedad parental (pág. 123)
Lo que mejoraría:
Me falta un glosario al final y relación con los conceptos o cuadros con la página, no como en la pág. 129 (“Figura 5 del capítulo 5)
Además recomendaría leer los anexos de los casos antes de leer la tercera parte de las técnicas para estar familiarizado/a con ellos…pero eso es como todo opinable y sólo es una recomendación.
En conclusión:
Un libro de consulta, de aprendizaje y de prevención, imprescindible para trabajar la intervención, de gestión de conflictos en el ámbito familiar.
Si algo me queda claro después de leer/estudiar este libro es que, se ha trabajado y estudiado mucho cómo debemos ejercer la gestión de conflictos, y que para los/as que nos dedicamos a ello es una suerte y una responsabilidad, porque como dice el dicho: “nadie aprende en cabeza ajena”, refiriéndose a la dificultad de aprender de las experiencias o errores de otras personas, sí podemos prevenir las lecciones que tenemos que asimilar por nosotros mismos siguiendo las pautas explicadas en esta obra.
Cierro con esta frase del autor del libro:
“Pero, sobre todo, he aprendido de los niños. Ellos me han enseñado que la separación de sus padres no necesariamente constituye un hecho traumático. Me han enseñado que, a pesar de todo, pueden continuar queriendo a los dos, incluso cuando no les queda más remedio que rechazar a uno de ellos” (pág. 15)
Erratas:
Pág. 121 § 4º línea 2 “inmediato Aunque” (falta el punto)
Pág. 192 penúltimo §, línea 1 a cerca (acerca de)