Entrevista a Mari Luz Sanchez García-Arista: «Nuestro cerebro no funciona desconectado de la emoción»…y ella emociona…

Tras el taller del Cerebro hostil al inteligente en Avilés donde no sólo conocí a Mari Luz y a José Antonio Veiga, en persona (-gracias por organizarlo José Antonio-) sino que aprendí de ella y le pedí un ratín para unas preguntas que me quedaron.

M.B: Es todo un honor tener este ratito para hablar contigo y tomarnos un momento para hablar de mediación y de tu libro. Gracias Mari Luz. Por lo que he podido ver en tu currículum fuiste profesora Lengua Castellana y Francés, además de jefa de estudios y directora de un colegio… ¿cómo fue el salto a la mediación y formar mediadores? Cuéntame esa historia 

M.L: Estudié Magisterio y acabé después de pasar por Salamanca, mi tierra, en Barcelona (lugar que elegí porque tenía mar). Allí estuve trabajando un año en Berga y después, en Vilanova i La Geltrú, que fue una experiencia gigantesca donde yo aprendí muchas cosas importantes de mi oficio y donde comencé a dar Lengua y Francés, a lo que entonces era 6º, 7º y 8º de E.G.B., y casualmente el sábado me reuní con esos alumnos que estuvieron 3 años conmigo y fue de levitar… ¡una experiencia increíble! Abrazos y abrazos, emociones y cariño… Recorrimos juntos el cole sin parar de reír y parlotear… y salieron miles de recuerdos y anécdotas. 

De esto les he propuesto escribir un libro con todos esos recuerdos… Ya hay un chat que está que arde desde el sábado con anécdotas y anécdotas. Ayer me impresionó una. De una alumna que tenía una situación muy complicada en casa y dijo: – Yo en aquel momento estaba mejor en el colegio que en casa.  Y todos han estado apoyándola y arropándola… ¡muy bonito!

“En aquel cole yo hice de todo”:

Dirección colegiada, experimentar las tardes de los viernes asambleas de clase, un proyecto innovación para repescar a los alumnos con fracaso escolar, globalizando en un centro de interés, (teatro de marionetas, acuario etc…) ¡Todavía se acuerdan del francés que yo les di, y de las canciones populares castellanas que yo les enseñé!

Mis inicios fueron pasión pura por la docencia, yo siempre trabajé con las familias, conectados con el barrio.

Luego, vine a Madrid, y si bien las personas de este centro no estaban muy por la innovación educativa, conseguí, hacer el primer proyecto educativo de centro cuando todavía ese documento no era obligatorio, en el que participaron las familias, el alumnado, el profesorado, el personal no docente.

De la misma manera hice un proyecto de coeducación, cuando todavía no se hablaba de la coeducación, así los chicos y las chicas experimentaron que pueden limpiar y cocinar, utilizando la cocina del cole, hasta salimos en la contraportada del País, en el TVE 1, TVE2, en Onda Cero, en Radio Nacional, en prensa y en noticias… Y los alumnos me decían “si te dicen para entrevistas, llámame a mí, por favor, Mari Luz…”

El siguiente paso fue un instituto de secundaria. Más dificultad para tener tiempo de calidad para atender tanta diversidad…

Yo tenía muy claro que los niños tenían que salir de allí siendo personas y que debían tener pasión por aprender, y leer era fundamental… Organicé bibliotecas de aula, jornadas de animación lectora, encuentros con autor… 

Como no tenía bastante con lo que sabía, hice la licenciatura de Pedagogía; después el Doctorado en Psicología y también, el Máster de Mediación. 

“Y ahí sí que pensé mediación y educación juntas es una bomba transformativa.”

Ya entonces llevaba muchos años dando formación a profesorado, con diversos temas… Trabajando “a la carta”, como me gusta decir.

Creció la motivación de escribir mi primer libro: “Gestión positiva de conflictos y mediación en contextos educativos”. Diseñé una metodología que actualiza la mediación escolar. Yo lo llamo Mediación Educativa Contextualizada, que implica el insertarla en un plan de convivencia (un documento obligatorio de los centros), junto a otros “programas contextualizadores”: Educación Emocional, Educación en gestión de conflictos y Comunicación Eficaz.

Se puede implantar desde tres años hasta final de secundaria (y también lo hemos trasladado a la universidad). Es decir, que todo el mundo salga preparado para la cultura del diálogo y del acuerdo, que es la filosofía que subyace a la mediación. 

Lo siguiente fue la tesis de doctorado en psicología, y como muestra para las investigaciones me fijé en los adolescentes porque para mí, la adolescencia es una edad apasionante y muchas veces como se ponen difíciles los abandonamos y me parece un error. Para el DEA, investigué cómo una pequeña formación en comunicación y gestión de conflictos mejora la convivencia en el aula; y para la tesis, cómo los rasgos de personalidad condicionan los estilos con los que afrontamos los conflictos… ¡Mucho trabajo, pero mucho aprendizaje!

M.B: ¿Y a escribir? ¿Fuiste tú la que tuviste la necesidad de comunicar a los demás o te lo pidieron?

M.L: Fueron las dos cosas. Yo ya tenía la fase de lo que yo llamo, <<el bulle, bulle>>. Pero luego te tienes que parar a escribir y eso implica tiempo de calidad. En ese momento, yo trabajaba en un instituto y tras el máster (ya hace 17 años), me quedé en el equipo porque me lo pidió Leticia García-Villaluenga (la directora del máster). Fue ella que es, además, directora de una colección de mediación en la Editorial Reus la que me dijo 

– “¿Por qué no escribes ese libro que te hubiera gustado a ti tener cuando llegaste a la mediación?”

Y efectivamente lo intenté, y por eso es una obra colectiva en la que mezclando mis ganas de escribir… (yo siempre he escrito y mis alumnos siempre han escrito… y las personas a las que medio y con las que trabajo, escriben), con expertos en cada tema, fundamentamos y desarrollamos la Mediación Educativa Contextualizada.

Yo, sin libros y sin escribir, no he sabido trabajar y tampoco vivir. Se unieron la motivación y la demanda.

M.B: ¿Si tuvieras que hacer un arca de Noé de mediadores… qué 5 serían imprescindibles? Sólo es para preguntarte de quién has aprendido más o te ha motivado más a aprender… 

M.L.: Eso sí que es una pregunta muy, muy difícil. Sobre todo, si hay que reducirla a 5… 

“si te pudiera poner un listado sería más fácil.”

El número uno para mí, Ramón Alzate, yo le llamo mi maestro, me dio quince horas de teoría del conflicto y de mediación escolar con su modelo global; es el enfoque que yo le doy a la mediación educativa contextualizada. Es un sabio.

Por supuesto, pondría a Ignacio Bolaños porque fue mi entrenador, fue quien me enseñó a mediar y también es un sabio humilde que enseña casi sin hablar, lo cual es muy muy difícil, no cómo yo que hablo mucho -Esto me lo dice sonriendo y haciéndome sonreír-

Por supuesto, también pondría a Leticia Gª Villaluenga, no solamente porque fue la que me invitó a formar parte de su equipo en el Máster, cosa que transformó mi vida, sino porque fue la primera persona que me acercó al Derecho. Pensé “¡Qué interesante! Habría que poner lecciones básicas desde pequeñitos en la escuela ¿Y? 

M.B.: ¿Es difícil, ¿eh?

Sí, Aldo Morrone, lo recuerdo de cuando vino al Máster, siendo yo alumna, y esa mediación familiar a mí me impactó, porque trabaja con todo el sistema, hablaba en francés, y me encantaba escucharle porque yo le entendía, además de que pareció una persona de una grandísima calidad humana. 

También son personas referentes Gabi Rodríguez Querezaju y Alejandro Nató, también vinieron al Máster y nos dijeron <<a ver tenéis que mediar este conflicto que tenemos nosotros …, ¿cómo lo haríais?>> Muy provocadores, muy sabios, muy competentes… ¡me encantaron!

Por supuesto, no sé cuántos llevo, pero no puedo dejar de citar a Carlos Giménez con la mediación comunitaria e intercultural. Es otro sabio; es una persona muy coherente, muy competente y capaz de diseñar proyectos y que vayan para adelante por equipos… ¡Es un referente!

¿Cuántos llevo? Bueno, aunque me pase, déjame que cite a Esther Pascual. ¡Es maravillosa! Me acercó a la mediación penal y penitenciara, y además me facilitó las prácticas (era mi función en el equipo: coordinar las prácticas en centros externos), junto a Francisca Lozano. Las clases de Esther Pascual, añadido a su trayectoria… Asistí a la presentación de su libro y fue fabulosa; lleva la mediación en vena, habla mediando ¡Una maestra! Para mí, los y las Maestras no solamente hablan de un tema y lo desarrollan; son personas convincentes, apasionadas y coherentes, que lo viven también de manera práctica. Lo saben fundamentar, pero lo han vivido en la práctica y eso se transmite. 

Ya no te digo más, pero me quedan muchísimos… Por favor que me perdonen todos los que me quedan por nombrar; y al menos ellos y ellas sí que saben quién pondría en lista…

MB: De todos los premios que hay en tu estantería… ¿Cuál es el que más valoras? Porque no es por nada, pero superar un sobresaliente cum laudem en una tesis es mucho, mucho. (Título de la tesis: “competencias personales y sociales en alumnos y adolescentes y su relación con el enfrentamiento de conflictos”)

M.L: ¿Te refieres a Mediación?

M.B: No, de cualquiera…

Primero tengo que nombrar a mi padre, porque fue el que me inoculó la pasión por aprender. 

Yo desde pequeñita he querido aprender y me sabía libros de memoria de tanto leerlos. He sido una gran lectora y he pretendido que todos mis alumnos también lo fueran.

La verdad que mi mayor reto fue hacer la tesis del doctorado, disfruté mucho por el camino y aprendí mucho. Es un proceso largo, de mucho trabajo y mucho esfuerzo, pero que recomendaría a todo el mundo que le guste aprender.

 “Es un camino de aprendizaje en que estás sola, tú contigo misma, con tu manera de investigar y estructurar el contenido de tu aprendizaje”

En mi tesis de doctorado, manejé dos cuestionarios de rasgos de personalidad eficaz y estilos de afrontamiento de conflicto de adolescente que habían diseñado un grupo de investigadores de la Universidad de Oviedo, mi tesis está en la complutense, pero está muy unida a aquel grupo de investigación. Y lo que demuestro es que los rasgos de personalidad de los adolescentes condicionan los estilos de afrontar el conflicto. Y esto se puede extrapolar a los adultos.

Y esto, ¿qué transcendencia tiene? Se pueden hacer programas educativos para desarrollar ciertos rasgos e inhibir otros, para que las personas lleguen a afrontar los conflictos de una manera sana. Sanear los estilos con los que afrontamos los conflictos se puede hacer y es lo que demuestra mi tesis.
Pero, me habías preguntado por premios… y ¿ves? Siempre termino en mi pasión por aprender que considero realmente un premio, un regalo de la vida que siempre asociaré a mi padre y mis queridos y muy diversos alumnos.

Pero un premio como tal, puede ser la “Medalla al mérito profesional por los aportes a la difusión de la Mediación, el diálogo y la Cultura de Paz”, que me otorgó Diario y Escuela de Mediación y que sé que propusieron para mí unas entrañables compañeras… ¡Eso es lo más emocionante!

M.B: Hablemos de mediación y de cerebro hostil e inteligente. ¿Cuándo y porqué surgió la idea? ¿Qué te impulsó a escribir este libro?

M.L.: Siempre cuento de este libro, que las raíces están en mi pasión docente… Cuando tengo que enseñar a alumnos, me centro en ellos y pienso qué necesitan aprender, dónde están y dónde me gustaría a mí que llegaran, con mi clase, mi curso o taller o ponencia. ¿Y por qué hago esto? Porque siempre he tenido niños y niñas, que querían aprender, pero otros muchos que no, y algunos que tenían distintos tipos de dificultades… Los tenía que motivar y sobre todo tenía la responsabilidad de que aprendieran. Eso se ha convertido en un sesgo del que no me puedo apear. Al cabo de dar a muchos y de muy diversas procedencias o estudios o profesiones, 

“yo he visto que para gestionar conflictos o mediarlos se necesitaban básicamente cosas muy parecidas”

 y que se resumen en entender mejor tus emociones -es decir cómo funciona tu cerebro-, entender mejor los conflictos y sus dinámicas internas, y entender mejor y practicar la comunicación eficaz porque es el envoltorio de nuestras interacciones con el otro… y eso por sí mismo puede provocar un conflicto, puede escalarlo o desescalarlo…

“Estos tres núcleos yo los llamo las tres patas de la convivencia: 1.- que tú gestiones tus emociones, 2.- afrontes en positivo tus conflictos (de forma constructiva) y 3.- te comuniques con la otra persona para entenderte. Eso condiciona totalmente la convivencia.”

La convivencia es la suma de interacciones en un contexto cultural y social.

Y así surge mi libro, pensando en todas las personas, pensando en esa diversidad que yo he conocido como docente.

¿Qué necesitamos para nuestro propio bienestar, para tener relaciones de más calidad y para construir convivencia positiva? Conocer y gestionar mejor las emociones, los conflictos y la comunicación y eso es una buena parte del contenido de este libro. Metafóricamente todos llevamos una 

“mochila educativa” 

donde vamos metiendo nuestros aprendizajes nuestras experiencias, que principalmente vienen de la familia, luego de la escuela y finalmente de la sociedad. Y toda la vida vamos con nuestra mochila condicionando nuestra forma de mirar el mundo y nuestras relaciones… La buena noticia es que la Neurociencia nos dice que el cerebro humano puede cambiar y modificarse hasta el final de sus días si está sano. 

Y yo lo que hago es desde mi mochila educativa transmitir lo que a mí me ha valido, lo pongo en formato paquete didáctico y lo transformo en curso o en libro. Eso es lo que hice con este libro. Comparto el aprendizaje, tanto desde la Neurociencia como desde la Teoría del conflicto y lo enfoco en lo individual para llegar a lo social, a lo interaccional … pero también a lo profesional. Hay que estudiar, investigar con cada caso de gestión de conflicto que tú trabajes. Y acercarse a él con ese respeto de que es, un caso único, ¡no hay otro igual! 

Y no tengo recetas, tengo conocimientos, habilidades y planteamientos que voy adaptando a cada caso, intentando entender a las personas para entender sus conflictos.

M.B: ¿Qué puede más la emoción o la razón? ¿y por qué?

M.L.: Una vez que hemos visto cómo funcionan las emociones: percibimos, interpretamos, se activa nuestra amígdala y genera emociones. Ahí hay dos caminos: o yo la gestiono y tomo decisiones de forma razonada, inteligente…, o dejo a la amígdala, desconectada de mi capacidad de razonar, impulsando mi comportamiento. 

El cerebro humano no es que haya evolucionado de un cerebro primitivo a uno superior abandonando el más primitivo, que podría haber sido… pero no, lo primitivo sigue ahí. El cerebro emocional, el sistema límbico, se conecta con la corteza prefrontal: emoción y razón conectadas. Ése es el cerebro pleno, el integrado el inteligente que llama Siégel.

 ¿Qué es un cerebro hostil? Aquél en el que la percepción-interpretación activan la amígdala que genera emociones y ahí se queda. No las gestiono… y entonces la amígdala toma el control y sesga el pensamiento y surge el posicionamiento, entro en el binomio razón-culpa y ahí me quedo.

Para pasar al modo inteligente del cerebro tengo que gestionar mis emociones y conectar con el razonamiento: ver esa emoción, identificarla, analizarla y tomar decisiones. En resumen: conectando lo emocional con lo racional consigo el modo inteligente de mi cerebro.

Por tanto, ¿qué es lo importante lo emocional o lo racional? Yo diría lo fundamental es lo emocional Y lo racional UNIDOS. Porque sólo así funciona el cerebro inteligente. 

Se acabó la discusión que viene de la época del racionalismo, porque eso es pura ignorancia de cómo funciona nuestro cerebro. 

“Nuestro cerebro no funciona desconectado de la emoción.”

Esta explicación de cómo funciona el cerebro, la ha hecho el Dr.Morgado, catedrático de Psicobiología en la Universidad Autónoma de Barcelona, que tengo el privilegio de que  haya prologado mi libro.

Por eso, la respuesta a tu pregunta es:

 la razón y la emoción conectadas.

M.B: A raíz de tu libro y del estudio de éste ¿crees que debería actualizarse la formación del mediador introduciendo la Neurociencia? ¿Qué debería conocer todo mediador sobre este tema?

M.L: No sé si suena pretencioso, pero yo creo que deberían conocer mi libro y mucho más. Porque en la primera parte en la que yo cito a muchos autores que me aportaron aprendizaje, de ahí se puede seguir aprendiendo. Como de Ignacio Morgado, que acaba de publicar “Materia Gris” y realmente creo que la Neurociencia, bueno el conocimiento de cómo funcionamos a nivel emocional debería ser obligatoria.

¿Por qué? Porque las emociones y los conflictos están intrínsecamente unidos. Si tú tienes, profesionalmente, que actuar sobre los conflictos tienes que saber sobre emociones, conocer tu mente y la de las personas que estás mediando. 

Desde mi primer caso, yo me di cuenta de que tenía que saber sobre emociones, de una madre y una hija que no se hablaban desde hacía 3 años y que estaban en tratamiento psiquiátrico por ansiedad. Y en cuanto pude, lo añadí al máster y allí donde me dejan…

Sí que habría que meterlo en todos los programas de mediación y que vayan, por favor, leyendo mi libro y que sigan aprendiendo y experimentando…  Bueno, y que como tú, querida Mapi, me devuelvan su aprendizaje, que eso también me ayudará para seguir yo aprendiendo… y  para escribir el siguiente.

M.B: ¿Cómo resolvería Mari Luz un conflicto entre mediadores? ¿Crees que es más difícil mediar entre mediadores?

M.L: Realmente pienso que todos estamos constituidos del mismo material que a veces se acerca más al barro y otras, a lo sublime. Además, tenemos una mochila educativa que nos diferencia y nos da esos rasgos de personalidad que nos hacen algo previsibles. Y es más cuestión de mochila que de oficio; por eso, sí que mediaría a mediadores. Me da mucha penita ver en redes a mediadores que su estilo comunicativo es más agresivo que asertivo y no promueve lo que deberíamos promover los que llevamos la profesión de gestores de conflictos o mediadores/as: la cultura del diálogo y el acuerdo. No tenemos que pensar igual, pero la cultura del diálogo sí nos tiene que distinguir, porque tiene que estar interiorizada y si no… tal vez no deberíamos tener el diploma.

¿Mediaría a mediadores? Sí ¿Y si tuviera un conflicto que emocionalmente me superara? Y eso me puede ocurrir, porque, aunque sepas mucho, si tienes un conflicto con una persona emocionalmente muy significativa para ti y ha habido un desencuentro que te ha dejado una huella de dolor y resentimiento… esas emociones negativas cada vez más grandes, hacen este traje de “conflicto escalado” que altera y distorsionada mirada, diálogo interior y narrativa. 

“También acudiría a mediación. Eso sí no acudiría a cualquiera.” 

Porque tener el título no basta; es como en cualquier profesional, investigas quién es buen profesional. Y lo aconsejo con todos los profesionales, el título no es todo… Hay una parte personal que influye en el oficio y no sólo eso, también una parte de responsabilidad, de implicación en la tarea, etc. 

M.B: ¿Qué es lo que más te preguntan tus alumnos? 

Tengo alumnos tan diversos… Yo en todas las sesiones, aunque sea un curso cortito, siempre hago un cierre participativo con la pregunta: “qué te llevas”… y así yo sigo aprendiendo qué les vale, qué les resulta significativo.

Hay una parte que les llama la atención siempre: cómo si tú mejoras lo personal influye en la mejora profesional.

Hay una pregunta siempre, sobre todo en la actualidad: “Entonces, ¿cómo se va del cerebro hostil al cerebro inteligente? “¡Gestionando emociones!” -respondo-

Les llama también mucho la atención cuando les explico con el ciclo del conflicto, cómo eres responsable de tu respuesta y no de la del otro, porque nos enseñan lo contrario y no solucionamos nada; sólo empeoramos… y cómo esto te sirve hasta para la cena de Navidad… (Digo en broma, pero muy en serio…) porque estos aprendizajes te dan seguridad personal…

Hay que entrenar siempre y esta metáfora de la mochila, mejorarla, mi alumnado siempre dice que les ayuda a modificar en lugar de instalarse en protestar contra el otro.

¡Siempre tengo alumnos y alumnas muy, muy competentes! Disfrutamos juntos y yo también aprendo.

M.B: ¿Se echa de menos dar clase a los pequeños? ¿Qué anécdota de profesora llevas siempre en el corazón?

M.L: A los pequeños no les doy clase, pero sí a su profesorado y son de todo tipo de centros, también los de Infantil- Primaria. Y formo al profesorado, para mejorar la convivencia, a poner educación emocional, gestión de conflictos y comunicación eficaz como habilidades desde tres años, introduciendo las “piruletas de las emociones”, los cuentos y la asamblea…  Y me sorprende siempre el profesorado de Infantil, que para mí es el que más ha innovado, transformando la  Educación en positivo. No les echo de menos en cuanto que tengo muchos más y más diversos alumnos y pasé por ellos para aprender… pero, confieso que me chiflan. 

¿Anécdota? Tengo ahora una muy reciente, el sábado pasado con alumnos que les di clase hace más de 30 años… Organizaron un encuentro que fue muy, pero que muy emocionante. Todos me estaban esperando a la puerta del centro y nos fuimos fundiendo en abrazos y emoción… Algunos me recordaban cómo les ayudé en situaciones complejas Y recorrimos juntos el centro, parando en cada sitio, evocando anécdotas, recuerdos… Les propuse escribir un libro con todo eso… y están en ello, en un chat superactivo … Me emociona… –las lágrimas le estaban asomando mientras me lo contaba- y aún seguimos unidos en grupo y en el chat compartiendo…

M.B: ¿Te ha asaltado alguna vez el impulso de escribir un cuento? ¿Y sobre mediación? 

M.L.: Pues sí, y fíjate que no he escrito cuentos, pero sí he inventado muchos, sobre todo porque he ayudado mucho a la animación lectora. Yo tengo un hijo y una hija y desde pequeñitos han tenido un cuento de noche, nos turnábamos mi marido y yo para ello, y después de todos los cuentos tradicionales; empezábamos a inventar hasta llegar a cuentos a la carta. De ahí, hemos pasado ahora a tener dos nietecillos y también invento cuento para ellos -y de paso, algo que ayuda a todos los papis y mamis, conviene contarles cuentos desde muy pequeñitos, y contar cuentos con la mano en la tripita aún antes de salir; influye hasta en la composición de tu sangre, incluso el eco de cómo lo cuentas… Se ha demostrado que las emociones se organizan desde antes de nacer y los relatos crean vínculos- Y hay una cosa que yo incorporé y la cuento por si alguien le vale, que es contarles narraciones de su propia vida. ¡Les encanta! Y les ayuda a estructurar su mente.

Mientras tú cuentas esas historias su cerebrito va creando redes neuronales y estas neuronas crean un relato y, si es sobre su propia vida, van construyendo su propia identidad, sus raíces… e interiorizan quiénes los quieren y que son dignos de ser amados… y eso es “autoestima” y “autoconcepto”… Repercute en muchos aspectos. Yo animo a que se haga, es prevención de conflictos y problemas psicológicos, ¡seguro!

M.B: Si tuvieras la posibilidad de hablar a cualquier persona conocida famosa o no, a quien sea, de la mediación ¿a quién sería y por qué? ¡Ah! y ¿qué le dirías?

M.L.: “¿Sabes a quien les tengo muchas ganas? A los políticos”

Porque emiten un modelo muy potente a través de las pantallas, de la tele… y hoy en día nos dan un modelo nefasto, que se contagia. Las células espejo del cerebro siguen funcionando siempre y funcionan de lujo en la niñez y la adolescencia y a partir de ellas se imita, por eso se contagian las emociones, y por eso la comunicación tiene más de no verbal que de verbal.

No sé si puedo transformar la respuesta a tu pregunta… no cogería a uno cogería a todos a todo el sector que funciona en la política que toman decisiones y emiten modelo. Les daría un curso intensivo sobre estas cosas. Les recomendaría mi libro, este último, y luego un curso intensivo, para que cambiaran varias cosas, pero una principalmente:

“No pongas el foco en el otro, ponlo en ti y mira a ver “qué puedes hacer”. Esta es la pregunta con la que se inicia la gestión inteligente de conflictos” 

Claro, decir esto a los que han establecido la confrontación como fuente de conseguir votos…

MB: Nuestra compañera, y amiga Fedra me aporta una pregunta ¿Cómo crees que se debe aplicar un buen programa de mediación aquí, en Asturias?

M.L.: Supongo, que como en todas partes: formando a todo el que se deje y difundiendo la Mediación por todas partes.  Las dos cosas van juntas. Si los usuarios quedan contentos, el boca a boca funciona… y vienen más. 

En Asturias, tenéis el verde más bonito de toda España, un paisaje muy encerradito entre montañas, con sus pros y sus contras. 

No podemos olvidar en paralelo sembrar con la Mediación Educativa, que es presente y también futuro de la Mediación. Creo que hay que tener en cuenta a las personas que están dentro de los centros educativos. Con una formación básica sobre “emociones, conflicto y comunicación”, ayudarles a cambiar la mirada sobre los conflictos, con ese convencimiento que yo lo llamo “traje seductor”; si estás convencida, puedes convencer y llevas la propuesta de insertar la mediación en el Plan de Convivencia del centro educativo como herramienta de mejora de la convivencia ¿Y a quién tienes que convencer? Al equipo directivo porque dice sí o no a lo que entra en el centro, y al equipo de orientación porque tiene una reunión semanal con todos los tutores y tutoras de todos los grupos-clase. Organizan lo que se llama el Plan de Acción Tutorial, en el que pueden introducir cómo gestionar las emociones, los conflictos y la mediación. En mi primer libro –“Gestión positiva de conflictos y mediación en contextos educativos”, desarrollo cómo hacerlo desde el modelo que propongo: la “Mediación Educativa Contextualizada” 

¿Qué hacer en Asturias? Lo primero que estéis convencidas de que la mediación aporta beneficios y lo segundo, mostrarlo por todas partes como herramienta para transformar en positivo la convivencia de los centros y de la cultura de centro: los estilos relacionales, comunicativos y los valores. MI propuesta: se organiza un servicio de mediación, se forman mediadores entre iguales, también al profesorado y al equipo de coordinación para que lideren el proyecto y no dependan de ti. Y al mismo tiempo, insertar en el Plan de Convivencia los programas contextualizadores: Educación Emocional, Educación en Gestión de Conflictos y en Comunicación Eficaz. 

M.B: Siempre termino mis entrevistas preguntado por una recomendación de un libro para ampliar mi biblioteca de mediación. ¿Cuál sería? Alguno que no tenga si puede ser…

M.L: Te recomendaría el de Santiago Madrid… M.BJajaja, los tengo los dos.

Pues, “Papá quiero ser mediador” de José Antonio Veiga o ¿Qué le dice la liebre al soldadito de plomo? De Nuria, Mado… M.B: En mi estantería también…

Bueno pues, a ver…: Patricia Aréchaga “Negociar derribando obstáculos”.

M.B: Ese no, apuntado

Para terminar… me quedo con muchos aprendizajes y muchas ganas de más, pero sobre todo me quedo con este ratito, con tu pasión por enseñar y por esa pregunta poderosa en las últimas páginas del libro ¿cómo me siento yo cómoda? Espero que conmigo…

Gracias Mari Luz

6 comentarios en “Entrevista a Mari Luz Sanchez García-Arista: «Nuestro cerebro no funciona desconectado de la emoción»…y ella emociona…”

  1. Gladys Dalsaso Arauz

    He disfrutando muchísimo esta entrevista tan sensiblemente educativa. Se percibe la pasión por la mediación y el anhelo por transmitirla desde el ser y el hacer . Gracias !!! Anotadas las recomendaciones de lectura y espero pronto poder disfrutar de los 2 libros de la maestra Mari Luz . Un saludo afectuoso desde Costa Rica

  2. Preciosa entrevista, MB. Y digo «preciosa» porque también es interesante, didáctica, … Pero está realizada con emoción y eso la hace diferente.
    Preguntas muy acertadas y respuestas que nos devuelven las ganas de seguir aprendiendo y también de seguir transmitiendo.
    Gracias a las dos.

  3. Me ha encantado esta entrevista pues la conozco personalmente y verdaderamente es una apasionada de lo que hace y lo hace muy bien.

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